Itinerarios de Aprendizaje Interdisciplinar

Durante el último mes, nuestro alumnado ha participado en varios proyectos interdisciplinares.

«Cruzar el charco»

El primer proyecto que se desarrolló fue «Cruzar el charco», una iniciativa que combina las asignaturas de Inglés, Geografía y Lengua. Aprovechando la presencia de una estudiante estadounidense en el instituto, los estudiantes se convirtieron en embajadores de distintos estados de EE. UU., investigando aspectos geográficos, históricos, culturales y económicos para promover su estado como el destino ideal para nuevos residentes españoles. Este enfoque ha fomentado el trabajo en equipo, la investigación y la creatividad, enriqueciendo la comprensión intercultural y lingüística de los participantes.

El proyecto se estructuró en torno a la idea de que cada grupo de estudiantes representara un estado de EE. UU., actuando como embajadores encargados de promover su estado como el destino ideal para nuevos residentes españoles. Para ello, los alumnos investigaron aspectos geográficos, históricos, culturales y económicos de su estado asignado. La información recopilada incluyó detalles sobre la ubicación geográfica, clima, recursos naturales, historia, influencias culturales, gastronomía, música, arte, literatura, tradiciones, idioma, economía, oportunidades laborales, sistema educativo y leyes de inmigración.

Además, se les pidió que compararan su estado con España en términos de clima, paisaje, cultura, festividades, comida, educación, música, literatura, cine, idioma, trabajo, ocio y relaciones sociales. Con base en esta información, los estudiantes desarrollaron estrategias para atraer a residentes españoles a su estado, destacando las similitudes y diferencias que podrían resultar atractivas.

Este enfoque ha fomentado el trabajo en equipo, la investigación y la creatividad, enriqueciendo la comprensión intercultural y lingüística de los participantes. Al actuar como embajadores, los estudiantes no solo adquirieron conocimientos sobre los estados de EE. UU., sino que también desarrollaron habilidades de comunicación y persuasión al presentar sus estados a sus compañeros.

En resumen, «Cruzar el charco» ha sido una experiencia educativa enriquecedora que ha permitido a los estudiantes explorar la diversidad cultural y geográfica de Estados Unidos, al tiempo que fortalecían sus competencias lingüísticas y de investigación. La presencia de la estudiante estadounidense en el instituto añadió un valor adicional al proyecto, proporcionando una conexión directa con la cultura que estaban estudiando.

El segundo proyecto ha sido el de:

«Música y reciclaje»

El Conciertazo: música, ciencia y creatividad a golpe de reciclaje

El segundo proyecto del curso, ha sido una propuesta interdisciplinar y creativa que ha combinado Música, Matemáticas, Tecnología, Lengua Castellana y Patués, con un fuerte componente experimental, artístico y colaborativo. Partiendo de una narrativa motivadora –los instrumentos de una famosa banda internacional se han perdido y hay que construir nuevos antes del concierto final–, el alumnado se ha convertido en Luthiers y músicos, creando instrumentos musicales a partir de materiales reciclados y explorando los fundamentos científicos del sonido.

Organizados en grupos cooperativos, los estudiantes eligieron un instrumento convencional (flauta dulce, guitarra, maracas, castañuelas, tambor, salterio, kazoo o xilófono/marimba) y comenzaron una investigación exhaustiva. Rellenaron fichas informativas en las que incluían nombre, imagen, versión en Patués (o un instrumento similar), clasificación según su familia sonora, descripción del funcionamiento, historia, usos culturales, curiosidades, e incluso un vídeo donde el instrumento aparece en acción. Esta fase permitió trabajar la competencia lingüística, tanto en lengua castellana como en Patués, y profundizar en la comprensión de los orígenes culturales de la música.

La parte más innovadora del proyecto vino de la mano de la Tecnología y las Matemáticas. Los grupos se enfrentaron al reto de justificar matemáticamente cómo se puede conseguir que un instrumento casero produzca diferentes notas (frecuencias) y de qué depende ese sonido. Dos propuestas se ofrecieron como eje de investigación:
a) el diseño de una flauta dulce con agujeros colocados a distintas distancias, explorando la relación entre longitud, posición de los agujeros y tono, o
b) la creación de un botellófono con diferentes niveles de agua para investigar cómo varía la frecuencia del sonido en función del volumen del líquido.

En ambos casos, los alumnos formularon hipótesis, recopilaron datos, analizaron patrones y plasmaron sus conclusiones en un informe de cuatro carillas. Este proceso implicó la aplicación práctica de conceptos como la proporcionalidad, la frecuencia o la longitud de onda, dando sentido real al aprendizaje matemático.

Durante la fase de fabricación, se seleccionaron materiales reciclables, se diseñaron planos y se siguió un protocolo de trabajo que incluía herramientas necesarias, procedimientos, tiempos previstos y tiempos reales empleados. El trabajo manual en el taller favoreció el desarrollo de habilidades técnicas, la organización y la cooperación.

Finalmente, llegó el momento de «El Conciertazo»: una puesta en escena donde los grupos interpretaron piezas musicales con sus instrumentos reciclados. Además, prepararon un pequeño obsequio para el público como gesto de agradecimiento, conscientes de que su música, aunque hecha con medios humildes, estaba cargada de ilusión, creatividad y conocimiento.

Este proyecto ha permitido al alumnado experimentar de forma activa y transversal la relación entre arte, ciencia, cultura y sostenibilidad. El Conciertazo no solo ha sido una experiencia sonora, sino también una lección de ingenio, colaboración y conciencia medioambiental.

Y el tercer  proyecto ha sido el de:

Expedición Azara – Exploradores del Pirineo en Benasque

El proyecto «Expedición Azara» ha sido una experiencia educativa única que ha permitido a los estudiantes sumergirse en la figura del naturalista aragonés Félix de Azara, combinando aprendizaje teórico y práctico en el entorno natural del Pirineo Aragonés. Inspirados por su legado, los alumnos han recreado una expedición científica al estilo de Azara, integrando diversas disciplinas como Ciencias Naturales, Geografía, Lengua Castellana, Tecnología, Matemáticas y Lenguas Cooficiales.

El proyecto «Expedición Azara» tiene como objetivo principal acercar a los estudiantes a la figura de Félix de Azara y su metodología científica. A través de actividades prácticas, los alumnos aplicaron el método científico en la observación y estudio del entorno natural, fomentando el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Como producto final, crearon un «lapbook» interactivo que reflejaba el recorrido y los descubrimientos de la expedición, integrando elementos visuales y táctiles que enriquecieron su comprensión del legado de Azara.

Conexión con el Entorno Local:

Aunque Azara no exploró directamente el Pirineo, su método de observación directa y su enfoque científico sirvieron como modelo para la actividad. Para una mayor incursión en el proyecto, los estudiantes visitaron Lacuniacha y el Geoparque del Sobrarbe en Aínsa.

Durante el proyecto, los estudiantes tuvieron la oportunidad de comparar especies del Pirineo con las que Azara pudo haber estudiado en Sudamérica, realizando fichas naturalistas y reflexionando sobre la adaptación de las especies al clima y al ecosistema local. Además, se exploraron temas de conservación medioambiental y el impacto del cambio climático en los ecosistemas pirenaicos. La actividad fomentó la observación, el trabajo en equipo y la reflexión crítica sobre la naturaleza y su conservación.

El proyecto «Expedición Azara» ha permitido a los estudiantes desarrollar habilidades de observación, análisis y reflexión crítica sobre el entorno natural. Al mismo tiempo, ha fomentado el trabajo colaborativo y la creatividad, proporcionando una experiencia educativa enriquecedora que conecta el pasado científico de Aragón con el presente y futuro de la conservación medioambiental.

Desarrollo de la Actividad:

La actividad  debía desarrollarse en una ruta junto al río en Benasque, pero debido a la lluvia hubo de cambiarse la localización al entorno del instituto y alrededores, donde los estudiantes, organizados en grupos, recibieron sobres con pistas geolocalizadas que debían encontrar y resolver. Cada pista estaba relacionada con la vida, entorno o trabajo de Félix de Azara y requería la realización de actividades como adivinanzas, dibujos, pruebas físicas sencillas o preguntas rápidas. Las pistas incluían huellas de animales con códigos QR que conducían a información sobre las especies, fotos de plantas locales, mensajes escondidos en botellas con fragmentos de los escritos de Azara, pruebas de orientación con brújula y retos físicos simulando dificultades naturales del terreno.

A medida que avanzaban en la ruta, los estudiantes recogían información que luego incorporaban en un «lapbook» interactivo. Este lapbook debería reflejar el itinerario del viaje, las especies descubiertas y elementos del entorno, utilizando técnicas como solapas, desplegables, sobres con pistas y mapas en relieve. Se valoró la creatividad, la interactividad y la limpieza en la presentación del trabajo.